lunes, 27 de julio de 2009

Deshojando..


He dejado fluir el cúmulo de mis emociones retorcidas, en el campo de la ansiada libertad, después que me sonreiste, me abriste un espacio en tu submundo y te hice parte de mi propia carne, aquella vez primera que tuvimos sexo desenfrenado, una noche de febrero, en la clandestinidad de mi habitación, con los ojos de la culpa, incisivos y como testigo..

Los días me corrieron como agua entre las manos.. hemos bebido y vivido.. subido y bajado, del cielo al suelo.. nos hemos reconocido sin recato ni prejuicio alguno, cada rincón de nuestros cuerpos y nuestras almas..

He comido de tu carne, muchas noches impacientes.. Y haz bebido de mi cuerpo, desesperadamente, el líquido de mi pensamiento..

El olor de tu cuerpo, es comida de mi comida, y la luz de tus pupilas, son guía en el angosto camino de mis pasos.. Tu mirada es paz en mi desenfrenado y motriz andar..
Eres gloria y a ratos infierno.. Mi infierno y mi gloria terrenal..

No detengas ese delicioso vaivén de tu cuerpo, que a ratos me ha contagiado de retadoras ganas de lucha, y otros tantos ratos más, ha provocádome devastadores y celestiales orgasmos sobre tu piel..

Complícame la existencia con tus irónicos silencios.. Destroza en momentos, mis alocadas imágenes estáticas.. Para que podamos resurgir en un charco de lágrimas y confesiones, y expresar vulgarmente libres, lo mucho que nos amamos..

Fluye, ámame, mírame dos mil veces, aun en la negrura de la noche.. Suéltate, expresa todo lo que el corazón te dicta desesperado en las páginas blancas de su bitácora lastimada.. Decídete, aférrate a mi alma, seamos una sola.. Sepultemos juntos los muertos del pasado y las ánimas en pena, que resumen nuestras hondas penas.. Sé mi cómplice esta tarde de verano o cualquier mañana de otoño.. Y sé mi único amante en pleno invierno nocturno, con el cierzo rozando nuestros cuerpos desnudos, y siendo éste, nuestro único enemigo..

jueves, 16 de julio de 2009



Amor,
baja del cielo al suelo
sútilmente,
Desliza tus blancas pisadas
en el infierno
de mis emociones no correspondidas
zambúllete lentamente
en el interior de mi corazón marchito.

Lacéralo, lastímalo, pártelo
en dos millones de miserias
para evitar que los sentimientos
oscuros y saturados
de la podredumbre de mi sinrazón
vuelvan a tomar forma o silueta alguna.

Ayúdame a desaparecer
la amargura de un nuevo amanecer
Pues desde que te fuiste
y me dejaste de lamer, oler, morder,
Y me negaste el frescor de tu mirada

Lo mismo da morir,
que morir rápidamente!