Repentinamente
me invadió el deyavú de tus pasos
Que a leves trazos
y con enormes retazos
de ambigüedad
intento borrar
No por amargos
o embriagantes
ni por dementes
o hilarantes
Sólo que adoro
mis alocados trazos
sobre tu cuerpo
o sobre tus pasos
Por arriba, por debajo
lo glorioso es el pedazo
de tu calor desgastándome
Que en un suspiro
o entre sollozos
o en un grito abrumador
me sacude desde el centro
mientras expulso pedazos
De mis aguas y mis ansias
de mis ganas, de mis mañas
Aunque la acelerada realidad
me detiene estrepitosa
mientras grita lacerosa
con matices de ironía:
"Todo es falso,
nada brilla,
No hay pasos
tampoco trazos,
Ni siquiera pedazos
de un amor fugaz"
me invadió el deyavú de tus pasos
Que a leves trazos
y con enormes retazos
de ambigüedad
intento borrar
No por amargos
o embriagantes
ni por dementes
o hilarantes
Sólo que adoro
mis alocados trazos
sobre tu cuerpo
o sobre tus pasos
Por arriba, por debajo
lo glorioso es el pedazo
de tu calor desgastándome
Que en un suspiro
o entre sollozos
o en un grito abrumador
me sacude desde el centro
mientras expulso pedazos
De mis aguas y mis ansias
de mis ganas, de mis mañas
Aunque la acelerada realidad
me detiene estrepitosa
mientras grita lacerosa
con matices de ironía:
"Todo es falso,
nada brilla,
No hay pasos
tampoco trazos,
Ni siquiera pedazos
de un amor fugaz"